Jugar a los cromos

Hay un montón de juegos a los que nosotros jugábamos  de pequeños, que por desgracia se han perdido o están apunto de hacerlo; uno de ellos son "los cromos".
Recuerdo que, cuando era pequeña, me salía a la calle a jugar con mis amigas y este era uno de nuestros juegos favoritos.
Yo guardaba los míos dentro de una caja de zapatos, como si fueran un tesoro; los había de muchos tamaños y temas: de muñecas, de flores, de animales, de profesiones, de mariposas...

Para jugar, primero se echaba a suerte quien debía de empezar. Normalmente se jugaba de dos en dos, aunque a veces jugaban más.

El juego consiste en poner los cromos sobre una superficie lisa, principalmente en el suelo. Cada jugador lleva su colección de cromos y en cada ronda coloca un cromo. Todos los cromos se agrupan puestos boca abajo, es decir, con la cara dibujada vuelta hacia el suelo. La persona que comienza el juego debe golpear, con la mano ahuecada, sobre ellos y se intentan levantarlos y darles la vuelta; los cromos que queden boca arriba son los que ganas y te llevas para ti.

A los cromos se les solía poner un valor que iba desde el 5 hasta el 50 e incluso más. Este valor iba en función del tamaño del cromo y de lo bueno y bonito que era. A la hora de poner los cromos en el montón para jugar, había que tener en cuenta el valor de los cromos que se aportaban y todos tenían que apostar el mismo valor.
No sé si aún se comercializan, yo hace mucho que no los veo, aunque me parece que en algunas tiendas de los chinos se pueden encontrar.
Aquí os dejo algunos cromos que he encontrado buscando por la red, por si queréis imprimirlos y enseñar a vuestros hijos a jugar. Como siempre solo tenéis que pinchar sobre la imagen para agrandarla, guardar como..., imprimirlos y recortarlos.